Desde hace 25 años nos dedicamos a cultivar: canteros, manos trabajadoras
y mentes reflexivas.
Chacra
Educativa Santa Lucía está ubicada en un paraje ideal para desarrollar un
proyecto cuya ambiciosa meta es conseguir la interacción entre la enseñanza
escolar y la naturaleza, entre el salón de clase y el medio rural, entre las y los niños y el campo.
Desde
sus comienzos el establecimiento fue pensado como un aula abierta al
campo y al cielo. Los grupos que visitan la Chacra Educativa Santa Lucía entran
en contacto con una forma de producción sustentable en el tiempo a través del
uso no destructivo de los recursos naturales, valorando la naturaleza, admirando la relaciones que a cada momento se hacen visibles en ella.
El
aspecto destacable del Proyecto es el propio trabajo de niñas y niños. Ellos no son
despreocupados paseantes que recorren instalaciones para ver y tocar a las
plantas y los animales que se exhiben. Muy por el contrario, realizan tareas rurales adecuadas a su edad, sus intereses, y las necesidades
de sus docentes para abordar diversos contenidos conceptuales y desarrollando habilidades de pensamiento científico.
Usando
herramientas apropiadas: preparan el suelo, diseñan canteros, siembran,
laborean, trasplantan, cosechan. Elaboran raciones balanceadas para aves y mamíferos,
alimentan y pesan animales, asean corrales y gallineros, producen queso
artesanal, observan y descubren seres vivos, entienden sus relaciones, conocen diversos ecosistemas.
Acciones y reflexiones se unen en cada tarea: mientras los ojos
observan y las manos operan, las nociones se construyen en la mente que
analiza, compara, relaciona, piensa.
Desde hace 25 años nos dedicamos a cultivar: canteros, manos trabajadoras
y mentes reflexivas.
Chacra
Educativa Santa Lucía está ubicada en un paraje ideal para desarrollar un
proyecto cuya ambiciosa meta es conseguir la interacción entre la enseñanza
escolar y la naturaleza, entre el salón de clase y el medio rural, entre las y los niños y el campo.
Desde
sus comienzos el establecimiento fue pensado como un aula abierta al
campo y al cielo. Los grupos que visitan la Chacra Educativa Santa Lucía entran
en contacto con una forma de producción sustentable en el tiempo a través del
uso no destructivo de los recursos naturales, valorando la naturaleza, admirando la relaciones que a cada momento se hacen visibles en ella.
El
aspecto destacable del Proyecto es el propio trabajo de niñas y niños. Ellos no son
despreocupados paseantes que recorren instalaciones para ver y tocar a las
plantas y los animales que se exhiben. Muy por el contrario, realizan tareas rurales adecuadas a su edad, sus intereses, y las necesidades
de sus docentes para abordar diversos contenidos conceptuales y desarrollando habilidades de pensamiento científico.
Usando
herramientas apropiadas: preparan el suelo, diseñan canteros, siembran,
laborean, trasplantan, cosechan. Elaboran raciones balanceadas para aves y mamíferos,
alimentan y pesan animales, asean corrales y gallineros, producen queso
artesanal, observan y descubren seres vivos, entienden sus relaciones, conocen diversos ecosistemas.
Acciones y reflexiones se unen en cada tarea: mientras los ojos
observan y las manos operan, las nociones se construyen en la mente que
analiza, compara, relaciona, piensa.